Una niña de solo 14 años consigue que un juez le permita ser criogenizada

18/11/2016

Una niña de 14 años reabre el debate de la criogenización tras iniciar una batalla judicial contra su padre. Ante las posiciones contrarias de sus progenitores, un juez falla a favor de la niña poco antes de su fallecimiento, concediendole así su última voluntad, y marcando quizá un referente a futuro en la gestión de esta alternativa. 

Una niña de solo 14 años consigue que un juez le permita ser criogenizada

“No quiero ser enterrada bajo tierra. Quiero vivir y vivir mucho y creo que en el futuro podrán encontrar una cura para mi cáncer y despertarme. Me gustaría tener esta oportunidad […] Creo que ser crioconservada me da la oportunidad de ser curada y despertada, incluso dentro de cientos de años”

 

Estas fueron unas de las últimas palabras de una niña de solo 14 años, cuyas iniciales J.S y su residencia en Londres es lo poco que han desvelado los medios sobre un caso de criogenización que se ha convertido en viral. Esta pequeña, que padecía un raro cáncer y que sabía que le quedaba poco tiempo de vida, decidió emprender una batalla legal contra su padre, que se negaba a permitirle este proceso.

 

Madre vs padre: una batalla legal por la criogenización 

 

La madre de la pequeña la apoyó desde el primer momento en el que le habló del tema. Al parecer, la menor que murió el pasado octubre se había informado detalladamente sobre el proceso de criogenización antes de tomar la decisión. Sin embargo, su padre, del que se había distanciado considerablemente por el divorcio durante los últimos seis años, se negaba. Él argumentaba que era demasiado costoso (47.000 dólares) y que para ella no resultaría fácil esa segunda vida, si la criogenización tenía éxito. Esto era lo que decía:

 

“Incluso si el tratamiento tiene éxito y ella es devuelta a la vida en, digamos, 200 años, no encontrará a ningún familiar, ni podrá recordar muchas cosas y, además, su situación puede convertirse en desesperada, ya que será una chica de solo 14 años sola en Estados Unidos”

 

La parte que debía desempatar una cuestión vital para la niña, como el hecho de decidir qué hacer con su cuerpo tras morir, era un Juez. Hay que tener en cuenta que la pequeña era menor, y al estar en desacuerdo los padres fueron los tribunales los que dictaminaron finalmente darle la razón a la adolescente. El funcionario judicial visitó a J.S en el hospital. Fue allí cuando se dio cuenta de que era realmente inteligente y estaba perfectamente capacitada para tomar dicha decisión. Poco antes de que muriese, fallo a su favor.

 

Una batalla que no es en pro o contra la criogenización 

 

Precisamente por lo presumiblemente viral que iba a ser la sentencia del magistrado, el Juez que llevó el caso de la menor que decidió emprender una batalla legal para ser criogenizada quiso aclarar que el proceso de conservación del cuerpo no era el núcleo de su decisión. Él solo debía pronunciarse ante un conflicto familiar. Decidir si realmente la niña estaba capacitada para tomar una decisión y apoyarla junto a su madre, o analizar si era el padre el que realmente llevaba la razón y debía decidir por ella.

 

Puede que a este magistrado no le guste pensar que ha creado jurisprudencia sobre los procesos de criogenización. Sin embargo, en parte lo ha hecho. Y desde luego, una sentencia como ésta da alas a muchas personas que creen que la vida más allá de la muerte será posible cuando la ciencia avance.