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¿Qué significa exactamente morirse? La ciencia abre un nuevo debate

28/09/2017

La comunidad científica se plantea si realmente los avances científicos han cambiado el concepto de muerte en el cuaderno titulado ¿Debemos revisar el concepto de la muerte? Expertos en ciencia como el profesor de Neurología y Medicina de la Universidad de Dartmouth (EE.UU), Jamer Bernat, son pioneros en este debate.

 

La muerte. Una palabra y un hecho al que todos, en menor o mayor medida, tememos. Pero, ¿qué pasaría si el concepto de muerte hubiese cambiado con los avances científicos? Esto es ya una realidad, aunque no se haya debatido sobre ella. Precisamente porque la ciencia ha avanzado más rápido que la propia sociedad, la comunidad plantea ahora abrir ese tópico para que el consenso sea el máximo posible.

 

El significado de “morirse” a debate

 

Hasta hace no muchos años, la ciencia médica no ofrecía todas las avanzadas técnicas de las que disponemos hoy en día. Eso significaba que muchas personas morían sin siquiera tener un diagnóstico. Es más, algunas enfermedades que hoy en día son causa de muertes prematuras, o ciertas dolencias crónicas, ni siquiera estaban bien definidas en la medicina. Eso implicaba que el diagnóstico de muchas muertes fuese indeterminado.

 

Ahora bien, en la sociedad actual está ocurriendo casi el efecto contrario. Sabemos de qué nos podemos morir, pero la ciencia ha llegado hasta tal punto que algunas técnicas de soporte de vida artificial contemplan -tanto legalmente como socialmente- que una persona esté viva cuando en realidad, ya no se encuentra con signos de vida. Parece confuso. Pero solo hay que pensar en aquellos que se encuentran en un EVP (estado vegetativo persistente) o en un estado de consciencia mínima.

 

Estado vegetativo persistente y estado de consciencia mínima ¿Seguimos vivos? 

 

Cuando se habla de un estado vegetativo persistente se hace referencia a un cuerpo que se mantiene con respiración artificial en el que no se aprecian signos de vida, ni de comunicación alguna, e incluso científicamente se puede certificar la muerte cerebral. En el caso de los estados de consciencia mínima sí que hay cierto nivel de comunicación pero en estadios muy básicos. Tanto que no se puede determinar ni hasta qué punto hay consciencia por parte de la persona que la sufre, ni evaluar el dolor que sufre. Ambos estados son de los que surge este debate científico iniciado por los expertos en bioquímica, ética y medicina de la universidad de Dartmouth.

 

La idea no es la de definir desde el ámbito científico qué es la muerte actualmente aplicando los nuevos conocimientos y técnicas médicas. La propuesta del cuaderno ¿Debemos revisar el concepto de la muerte? es implicar a toda la sociedad. El objetivo es bastante claro, definir el concepto más allá de dudas razonables impuestas por las religiones y que sea la propia sociedad en su conjunto la que defina los límites.

 

Religión como freno al debate científico

 

De hecho, las religiones en su conjunto han marcado muchas pautas éticas que se han mantenido prácticamente intactas hasta nuestros días. Si hace décadas algunos cultos impedían que la medicina se desarrollase, o aplicase sus mejoras, hoy hacen imposible un debate sano sobre qué debería ser la muerte en el siglo XXI. El cuaderno científico quiere superar esos dogmas haciendo partícipes de este interesante debate a religiosos y no religiosos. No se trata de que la fe o la razón se impongan. Se trata de alcanzar un consenso como en las mejores democracias.

 

Fuente:

La Vanguardia