la_calavera_de_connemara.jpg

La calavera de Connemara: la oscura tragicomedia que propone risas contra la muerte

10/10/2017

“La calavera de Connemara” es una tragicomedia del prestigioso McDonagh que será interpretada hasta el 26 de noviembre en La Villarroel, Barcelona. En ella se explora la cara más irónica y humorística de la muerte demostrando que casi siempre las cosas se pueden ver modos antagónicos.

«Supongo que me gusta caminar la línea entre la comedia y la crueldad porque creo que una ilumina a la otra. Todo mi trabajo bascula entre la comedia negra y la más triste y desesperada melancolía»

Con una frase como la anterior como carta de presentación, uno ya se imagina lo que puede proponer la cabeza del director McDonagh. En la obra La calavera de Connemara se busca el lado más macabro. A partir de él, la culpa. Y por último, la muerte. La historia de Mick, la persona encargada de enterrar y desenterrar cadáveres en un pequeño pueblo es el protagonista. La trama comienza con su día a día. Pero este se vuelve cada vez más trágico y maquiavélico cuando el turno de levantar un cuerpo es en la tumba de su mujer. El espacio del camposanto no entiende de familia e importa dejar sitio a los nuevos muertos. Y todo se complica más cuando los rumores sobre el lado asesino del enterrador inundan la pequeña localidad. Que no sean ciertos no implica que no se crean socialmente.

 

La calavera de Connemara: un thriller fantástico muy realista

La obra en sí misma tiene mucho de cercano. Sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de las personas que viven en la ciudad tienen un pueblo pequeño al que pertenecen. Y en él las cosas no son muy diferentes al del escenario. La historia de cuatro personajes, con sus distintos matices, empeñados en sobrevivir al aislamiento de un lugar pequeño, un poco cafres y ansiosos de cariño acaba conquistando a su manera al espectador. Aunque la muerte sea el hilo conductor de prácticamente todo el guión.

 

La muerte sobre el escenario

Quizás el mayor acierto de La calavera de Connemara esté en plantear un tema como la muerte desde otro punto de vista. O mejor dicho, desde diferentes puntos de vista. A eso hay que sumarle esa visión tragicomédica del autor y de todos los que han intervenido en el guión. Esa particular visión de la muerte, tan distinta a la que estamos acostumbrados a tratar en el mundo real le da un toque totalmente distinto. Y eso conquista. Con argumentos más opuestos al de la mayoría, más sorprendentes pueden ser los resultados. En este caso, la tesis se cumple.

 

La mayoría de los expertos en comportamiento humano han llegado a la conclusión de que podemos tomarnos la muerte de dos maneras: angustia y terror, o risa e histeria. Probablemente, la mayoría de las personas, sin que sea una decisión meditada, se ven abocadas a la primera. Sin embargo, hay quién decide quedarse con la segunda y transmitirlo a la sociedad. Todo es más fácil con risa. Y esa es la base de la tragicomedia de McDonagh que puedes disfrutar hasta finales de noviembre.